jueves, 30 de octubre de 2008

aqio

Y así fue como le di un sorbo de mi tez, la esencia misma de olor, la sangre que corre por mis venas.

Y lloro, lloro por la incapacidad ante tal mujer que me arrebata el ser amado sin ni siquiera proponérselo, odio la mujer dentro de mi incapaz de soportar y mantener el cuello arriba, esa mujer histérica y desesperada que llevo dentro. Aquella mujer celosa y necesitada de un par de brazos fuertes donde refugiarse.
El odio, el amor… es todo lo mismo, hoy en clases de educación corporal teníamos que dar la vuelta con la mano derecha, y alguien dijo:
-cual es la derecha?
-con la que escribes (ella era zurda y se fue a la izquierda)
-no taradota! (a mi) con la que te persignas! (Gabriela corregía)
Es exactamente como a veces encontramos la respuesta que necesitamos dentro de nuestro subconsciente y en las cosas más simples que pudiéramos imaginarnos. MI hermano sabría el nombre de ésta curiosidad mental y me la diría si se lo pidiera, pero no estoy con ánimos de soportar dudas y preguntas.

Y entonces le di el aurea misma de mi sexo… mientras pensaba en todas las anteriores a mi.

Agradezco a veces no haber cometido los errores de muchas parejas que se prometen mil y un cosas, yo, solo prometo lo que puedo cumplir. Eso significa que ahora no tengo la necesidad de decir “tu prometiste tal cosa” … nunca habría aceptado algún tipo de esquema tan vil como ese para atar a una persona.
Cogía mi mano, y se reía mientras yo lloraba en ese momento, el me veía… será que no me quiere?
Mátame, si, esa es la frase adecuada para describir éste sentimiento, la incapacidad de crecer y hacerme responsable de los errores cometidos… ella también lo dijo… ilse, tu siempre haces sonseras!. Y ella sufrió mas que nadie mis sonseras en éstos últimos cinco años . Y porque lloro? Si es mi culpa? Por la impotencia ante un hecho irremediable por mi misma.

Yo solo se que nunca estuve a la altura, tu estabas muy pirado y yo era demasiado pura

Dormir, escapar a cualquier costo de ésta escena sobreactuada (como casi todas las que yo hago) a cualquier costo ir a refugiarme en lo más profundo de mi mente. Y morirme contigo si me matas sonaba tan romántico en aquel entonces. Yo no puedo soportar muchas cosas pero quiero un columpio en mi jardín, y también un beso guardado en un cajón para cuando lo necesite en el momento de la muerte. Amores que matan nunca mueren como decía alguien por ahí.
Yo me hago el inocente y tu te haces la dura, igual está el amor, no se puede cambiar... los hijos en el cuarto de alado.
Estoy aquí todavía’ CREO QUE SÍ, CREO QUE AÚN ESTOY AQUÍ… escribo para poder responder a las interrogantes de que haces antes de dormir? Y en que piensas en lo referente a eso? Pues me arruina la vida… pero me llena de un éxtasis implacable que me hace dar ganas de usar mi sangre como una acuarela con la cual pintar tu rostro. Y http://litabril.blogspot.com leerá esto y espero que comente.

Es vivir la vida en el centro del huracán, pero en el fondo uno mismo ser el huracán, y debatirse entre destruir o no, o destruirse o no. O simplemente… vivir.

1 comentario:

Sebastián dijo...

Marcianitos!
Te qedó bien.



Es una historia de verdad, ilse?

>_<

Oye, a punta de enters se muere el universo XD

Ya en serio, uh, duerme bien. También te quiero, en esa manera rara que se va descubriendo para el hermano mayor que recién soy. Cuídate.