la cara me rompió
me cortó el rostro
me dejo bien bien mal...

-parecen un par de muñecas de trapo- decia ella mientras se reía atada desde su cama. Más tarde habría yo de tener la suerte de acercarme a preguntar... lo que era una muñeca.-son dos objetos que divierten.

que me corten un dedo si estoy mintiendo pero... es imposible de evitar, ser una muñeca de trapo.

Hay un sabor extraño dentro tuyo, un sabor a miel y leche que se deja perder, pues tus ojos no en verdad son como dos uvas negras.

-Gracias- le dije mientras me preguntaba si eso acabava de nacer de ella o si es solo un mal recuerdo de algo que dijo y que yo relleno con cosas que me imagino para adornar la historia, esta es una no-historia... porque no tiene protagonistas, sino muñecos a los que se hace referencia. Es extraño, esto es un poco de lo que se viene, un adelanto de la verdadera historia quizás... o simplemente parte de todas las cosas que en verdad pasaron y que, como ya empezé, voy a tener que seguir narrándolas. Aún cuando sean aburridoras para su propio autor.