Si supieras que yo como arroz con leche . . .
Y siempre he sido, aburrido... te odio porque al final me hiciste cambiar. En fin, que importa, todo esta bien, como siempre debió estarlo.
A veces me pregunto si te diste cuenta de lo que provocaste en mi, estoy segura de que no te diste cuenta de como trabajaste dentro de mi. Estoy segura que nunca leeras este blog, por eso en parte escribo esto. Tú, tú subnormal, tú tarupido, tú neko-san.
Cuándo me conociste (si esque podemos usar ese término) yo era poco más que una niñita, y tú eras sólo un adolescente tarado sin una pequeña idea de que es querer a alguien. (como yo) .
Despertaba contigo todos los días de ese summer mientras más tiempo te dejaba hablarme y decirme cosas estúpidas, más me conmovías. Aún ahora me pregunto, que fué lo que hiciste para que depronto yo cayera en ese tonto juego donde movías a tu gusto todos mis sentidos. Donde yo me dejaba mover. En qué momento empezó todo, si tan sólo lo hubiera sabido, habríamos podido evitar muchas cosas, habríamos podido continuar muchas. Es realmente ridículo como puedo acordarme de un espectro que no existía, existías? la primera vez que te lo dije te hice sentir demaciado mal... hasta que punto te entregaste, hasta que punto te herí... que ya no quisiste volver a verme... a intentarlo.
Eso ya es historia antigua de todos modos, una historia enfermiza, de la cual me gustaría ser capaz de huir, ahora que puedo hacer con todo lo que dejaste dentro de mi. Dejaste demaciadas cosas, hilos sin cortar, costuras mal hechas, todo completamente al revés. Si yo era complicada, tu pecaste de lo mismo. Ves ahora el porque de mi comportamiento?. No, ya no existo yo tampoco para ti. Y si... no, no puedo seguir intentando respirar el aire de un momento que ya no está, intento tener una vida, lo he intentado... Pero en cada uno de mis mas bonitos recuerdos, de los más dolorosos estás ahí. No puedo vivir contigo, no puedo vivir sin ti.
Pero, aunque todo ésto parezca una mala pelicula con jim carrey ... en verdad me gustaría poder olvidar que alguna vez exististe, y así poder respirar otra vez. Ambos pertenecíamos a ámbitos tan distintos... como no nos dimos cuenta en ese momento, y aún ahora, sigues estando presente, como el cable a tierra que no permite volver a pensar en nadie. Odio a los hombres, porque sé que ninguno nunca más se parecera a ti, y odio a esa niña tonta que aún te tiene presente. No puedo hacer nada mas que mirar hacia el techo y preguntarme... porqué demonios ahora no estás aqui. Y vuelvo a mirarme en un espejo, y me doy cuenta de que en verdad, aquel momento en que los hilos rojos que nos unieron, ahora están demaciado distanciados. Y solo queda un nudo, un nudo que nunca podré deshacer, y que me mantendrá atada a mi pasado, si tan solo supiera que es lo que tú sientes.
Pero, en verdad, ahora no somos mas que un par de lineas en un libro de cuentos, uno de esos donde al final el narrador dice:
-Y esa fué la última vez que cruzaron sus miradas, ella hacia el horizonte y el se alejaba lentamente hasta desaparecer en un camino, uno en donde ella no podía seguirle, y mientras el viento se llevaba a su amado, ella al igual que él, falleció-
Si, ese es el final, tu muñeca murió, tu cubito de hielo, y del mismo, yo te mato... gato estúpido.
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